Mutismo Selectivo
¿Qué es el Mutismo Selectivo?
La característica esencial del mutismo selectivo es, la inhibición persistente del habla en situaciones sociales específicas, presentándose generalmente en los primeros años de vida y muy a menudo dándose de forma evidente una vez que el niño/a alcanza la edad en que empieza a interactuar socialmente fuera del entorno familiar, como durante sus primeras etapas de escolaridad infantil. El niño se enfrenta un alto nivel de sufrimiento personal e importantes problemas de adaptación al entorno que pueden influir en su desarrollo personal, social y académico.
En ocasiones, el mutismo puede iniciarse progresivamente como consecuencia de una timidez extrema o también a partir de alguna situación estresante (hospitalización, cambio de residencia, ciudad, etc.). Sea como fuere, el mutismo selectivo puede resultar altamente incapacitante tanto en el entorno educativo como en el social para los niños que lo padecen y siempre representa un problema a tratar.
La mayoría de la población infantil que presenta este trastorno suele tener una predisposición genética a la ansiedad. Esto quiere decir que han heredado una tendencia a la ansiedad de parte de varios miembros de la familia y por ello son más vulnerables a desarrollar trastornos de este tipo.
Características del Mutismo Selectivo
El mutismo selectivo es un problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en la etapa preescolar. El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas “de confianza” de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos).
Hay que destacar que, en algunos casos, el inicio del problema se da a edades tempranas como consecuencia de factores señalados anteriormente cómo la timidez o ansiedad. No obstante, el problema puede prolongarse más allá de la edad de inicio debido, también, a diferentes factores familiares como un exceso de protección o la acomodación a sistemas alternativos no verbales.
También, una excesiva atención a estos comportamientos silenciosos por parte de los padres o algunos familiares pueden reforzar en el niño dichas conductas al obtener una atención “extra”. Esto puede ser al darse circunstancias especiales de tipo afectivo como puede ser la presencia de un hermano más pequeño por celos y necesidad de tener más protagonismo.
¿Cómo actuar si mi hijo padece mutismo selectivo?
Gran cantidad de familias desesperan en la búsqueda de un diagnóstico temprano y una terapia acertada para sus hijos, pero muchas veces no pueden encontrar terapeutas calificados o con experiencia en esta área. Lo ideal es acudir a un profesional en el sector. Nuestra Psicóloga diagnosticará si su hijo padece mutismo selectivo e informará a los padres de la terapia a tratar para que el niño pueda comunicarse correctamente.
El diagnóstico temprano y oportuno también podría dificultarse si consideramos que algunos padres son también reacios a que se evalúe y se trate a sus hijos por el exceso de protección o pensamiento de que simplemente su hijo es tímido.
Psicóloga
