Enfermedades Neurodegenerativas
¿Qué son las Enfermedades Neurodegenerativas?
Las enfermedades neurodegenerativas atacan el sistema nervioso del ser humano. En España, las estadísticas apuntan que cerca de 600.000 personas las padecen, las más conocidas son la enfermedad de Alzheimer y el mal de Parkinson que rondan los 150.000.
El principal factor de riesgo de esta patología es la Edad, a partir de los 65 años, hay más probabilidad de sufrir alguna de ellas. Generalmente, estamos familiarizados con los nombres de la enfermedad, sin embargo, ¿por qué se las llama degenerativas?
Nuestro sistema nervioso ha procesado a lo largo de su vida:
Experiencias, recuerdos, información, pensamientos, intenciones y sensaciones, que se han materializado siempre a través de la lenguaje verbal y no verbal. Cuando aparece cualquiera de una de estas enfermedades, se produce la muerte progresiva de neuronas en diferentes regiones del sistema nervioso, comenzando un deterioro intelectual y motor significativo como para afectar en el funcionamiento social y ocupacional del enfermo.
El deterioro intelectual:
Este incluye, además de la pérdida de memoria, la atención, alteraciones en la orientación, el lenguaje, la percepción, el cálculo, el pensamiento abstracto e incluso en el juicio, junto con dificultades en el control emocional.
El deterioro de las funciones motoras:
Significa que varias actividades que el cuerpo era capaz de realizar con naturalidad y habitualidad consciente o inconscientemente, también se verán afectadas, como el equilibrio, los movimientos, la respiración, la comunicación y la deglución. Esta última, conlleva una importancia evidente por su relación directa con la hidratación y la nutrición.
Actuar a tiempo:
Mediante una intervención especializada, estricta, adecuada… el tiempo es fundamental, ya que si bien el progreso de este tipo de enfermedades es inexorable, no necesariamente aquellos que la padecen evolucionan de la misma manera. Es posible ralentizar notablemente el deterioro cognitivo y funcional.
Tipos de Fases
- Fase inicial: Aparece un deterioro de la memoria reciente, con la capacidad para asimilar la información con el lenguaje y el pensamiento abstracto, cambios de estado de ánimo y de personalidad.
- Fase intermedia hipocámpica: La memoria empieza a fallar progresivamente. Dificultades para tomar decisiones simples o básicas. Aparecen las agnosias (incapacidad para reconocer estímulos), las afasias (dificultades en el lenguaje), y apraxias (dificultad para realizar movimientos de forma intencional).
- Fase tardía: El paciente se vuelve totalmente dependiente. Los síntomas cerebrales empiezan a agravarse. Aparece la incapacidad para comunicarse, reconocer personas, lugares y cosas.
¿Cómo puede ayudar la Intervención logopédica?
Nuestra Logopeda puede Minimizar, optimizar y compensar. Cómo hemos visto en las fases del progreso, una intervención a tiempo será más productiva.
Minimizar los posibles factores que empeoran la comunicación o la deglución; Una postura inadecuada, mala dentición, alteraciones del estado de ánimo y conductuales, malos hábitos alimenticios o trastornos del sueño, efectos secundarios de fármacos, etc. Ayudarán a mejorar las funciones dañadas y a mantenerlas o a retrasar su deterioro. También se trabajará en el apoyo o la sustitución de las funciones afectadas.
Las técnicas suelen estar basadas en la repetición sistemática de tareas, mediante ejercicios neuromusculares, neurosensoriales y psicomotrices. Principalmente en los casos de la disartria (dificultades en la voz y el habla) y/o disfagia (dificultades para tragar), con el fin de conseguir una mejoría muscular, regulación del tono, coordinación y de la sensibilidad.
En cada caso es sumamente importante considerar las posibilidades reales del paciente para adquirir e integrar aprendizaje, todo depende de su motivación, su grado de apoyo en el entorno, y la facilidad en la incorporación de nuevos hábitos. La logopedia contribuirá al mantenimiento, prevención de riesgos y mejora de la calidad de vida de cualquier persona con una enfermedad neurodegenerativa.